La Asamblea Nacional Legislativa de Panamá aprobó este lunes un proyecto que legaliza el cannabis medicinal y convertiría al país en el primero de Centroamérica en regular el consumo de esta sustancia.
El proyecto, impulsado por el presidente de la Asamblea unicameral y diputado oficialista, Crispiano Adames, fue aprobado con 44 votos a favor por cero votos en contra.
La ley entrará a regir en cuanto sea homologada por el presidente Laurentino Cortizo.
Si el proyecto es homologado por el presidente Cortizo, Panamá será el primer país en regular el uso del cannabis en Centroamérica, una región conservadora con una amplia influencia de la religión.
En 33 de los 50 estados de Estados Unidos, está permitido el uso medicinal de la marihuana, mientras que en su capital, Washington, y en otros 10 estados su uso recreativo.
En Sudamérica, la mayoría de países ya regulan el consumo del cannabis medicinal, mientras que México y Uruguay permiten también su uso recreativo.
Según un estudio de la Universidad de Lausana publicado en julio, el cannabis fue cultivado por primera vez por los humanos hace unos 12.000 años en China.
La ley
El texto, que ha contado finalmente con el apoyo de la Cámara, regula también la importación, exportación, cultivo, producción, fabricación, adquisición a cualquier título, almacenamiento, transporte, comercialización, distribución y uso de las semillas para la siembra de la planta de cannabis, así como de derivados para fines médicos y científicos.
De acuerdo con el documento, quienes logren una de las siete licencias que otorgará el Ministerio de Salud para la fabricación y comercialización del cannabis medicinal en Panamá, solo podrán hacerlo de manera local, sin exportar el producto, según informaciones del diario 'La Estrella de Panamá'.
Los diputados han avalado, además, que se haga entrega de dos tipos de licencia: una para la comercialización y otra para investigación. Las de comercialización tendrán un coste de 150.000 dólares cada una y se otorgarán siete.
El Ministerio podría evaluar posteriormente si se otorgan nuevas licencias. Las de investigación, no obstante, se darán a universidades y centros especializados que se centren en el estudio del cannabis como medicina.